Control de pulgón en pimiento: de la detección temprana a la acción
Detalle de pulgón sobre cubierta vegetal.
El control de pulgón en pimiento es una tarea clave, tanto en cultivos de invernadero como al aire libre. El pulgón es una de las plagas más habituales en cultivos hortícolas, con graves afectaciones sobre el fruto, no solo por la pérdida de su valor comercial sino también porque abre la puerta a numerosas infecciones y virus.
Hablamos de un pequeño insecto, con alas o sin ellas, que tiene la capacidad de reproducirse muy rápido y cuyo ciclo de vida se sitúa entre los 7 y los 25-28 días en función de la temperatura. El calor y el aire seco son condiciones idóneas que aceleran su reproducción.
El pulgón en pimiento es relativamente sencillo de detectar con un simple repaso visual al envés de la hoja, en los nervios o en las yemas de la planta. De color verde o negro, principalmente, las especies más habituales que podemos encontrar en el cultivo de pimiento son Myzus persicae, Aphis gossiipy o Macrosiphum euphorbiae o Aulacorthum solani.
Al igual que su detección, los daños provocados por un ataque de pulgón en pimiento también son fácilmente reconocibles. El pulgón es un insecto chupador que clava su estilete para alimentarse. La absorción de la savia provoca un debilitamiento general con afectaciones sobre el desarrollo de la planta y deformaciones o enrollamiento en las hojas.
Además, los cortes y heridas provocados por el pulgón abren la puerta a virus e infecciones, y la melaza que deja a su paso impregna las hojas, afecta negativamente al proceso de la fotosíntesis y atrae a otros insectos. En la práctica, esto se traduce en hojas dañadas, frutos más pequeños y cosechas menos prolíficas. En los casos más graves, la planta puede llegar a morir.
Insecticidas contra pulgón
El control de pulgón en pimiento comienza con un monitoreo continuado y regular de la planta para detectar su presencia. Una vez aparece la plaga, la forma más eficaz de controlarla y erradicarla es mediante tratamientos fitosanitarios.
En los invernaderos del sureste español, en Almería y Murcia fundamentalmente, se aplican estrategias de control biológico en las que se combina la suelta de auxiliares con tratamientos correctores a partir del bioinsecticida Pirecris.
Pirecris es un insecticida natural que proporciona un potente efecto de choque para controlar las poblaciones de insectos de forma rápida y segura. Es un producto certificado para agricultura ecológica y compatible con la fauna auxiliar dentro unos parámetros y de una estrategia de control biológico: primero se aplica Pirecris para reducir la incidencia de la plaga y 24 horas después se procede a la suelta de los enemigos naturales del pulgón para que se instalen y hagan su parte del trabajo.
Si la infestación es muy grave, se pueden realizar dos aplicaciones en 48h y, pasadas 24h, actuar con los enemigos naturales.
Potente efecto insecticida
La clave en la acción de Pirecris para el control de pulgón en pimiento reside en su exclusiva formulación, gracias al perfecto equilibrio de las moléculas PI y PII que componen la sustancia activa, y que aportan la máxima eficacia insecticida con menor dosis de ingrediente activo.
Las micromoléculas que integran su formulación condensan y generan una red estable y equilibrada en toda la disolución, y proporcionan una cobertura perfecta sobre la hoja y el insecto. Pirecris aporta un potente efecto insecticida que actúa bloqueando el sistema respiratorio del insecto hasta provocar su muerte. El producto actúa sobre huevos y larvas, reduciendo de forma muy significativa el número de nuevas generaciones.
Otra de las ventajas de Pirecris para el control de pulgón en pimiento es su corto plazo de seguridad (1 día), lo que nos permite realizar tratamientos en momentos muy cercanos a la cosecha.
Medidas culturales
Además de los tratamientos correctores, existen una serie de prácticas altamente recomendables en la tarea de la prevención y el control de pulgón en pimiento. El monitoreo y observación regular son mucho más eficaces si añadimos el uso de trampas cromáticas adhesivas para capturar individuos alados.
El empleo de mayas en el invernadero también puede ser de gran ayuda para prevenir la entrada de insectos, así como la instalación se setos exteriores y plantas banker en el interior del invernadero para alojar a los depredadores naturales del pulgón a lo largo de todo el ciclo del cultivo.