Control de Scaphoideus titanus de la vid: cuando la anticipación se convierte en la mejor estrategia
Daños ocasionados por la acción de cicadélidos en el cultivo de viña.
El Scaphoideus titanus ya está aquí. El insecto vector de la flavescencia dorada de la vid ha cesado en invierno, pero su riesgo se multiplica con las altas temperaturas propias del verano, especialmente en un momento como el actual en que la fenología de la vid avanza rápidamente en su desarrollo.
La lucha contra la enfermedad obliga, en primer lugar, a identificar los síntomas de forma temprana. Estos son muy evidentes y van desde el retraso en la brotación, el enrollamiento de las hojas hacia el envés o la adopción de colores rojos o amarillentos en las hojas, según se trate de variedades de uva tintas o blancas.
Controlar la flavescencia dorada exige actuar contra el Scaphoideus titanus a través de tratamientos insecticidas que hagan descender las poblaciones de forma rápida. En este sentido, conviene recordar que algunos países europeos como Italia (Decreto Ministerial 32442/2000) obligan a aplicar por lo menos un tratamiento de forma obligatoria para evitar su propagación.
La compañía Seipasa ha ampliado el registro del bioinsecticida Pirecris como una herramienta de referencia para el control del Scaphoideus titanus. El producto es fruto de una exclusiva formulación a partir del perfecto equilibrio de las moléculas PI y PII que componen la sustancia activa, y que proporcionan a Pirecris la máxima eficacia insecticida.
Pirecris proporciona un potente efecto neurotóxico, propio de su ingrediente activo, que, unido a su efecto físico, es capaz de acabar rápidamente con la plaga en cualquier estadio de su desarrollo, desde larvas hasta adultos.
El gráfico 1 muestra los resultados de un ensayo técnico realizado en Francia en una explotación vinícola de la variedad Cabernet Franc. En él se aprecia el potente efecto de choque de Pirecris y su acción en la rápida reducción de las poblaciones de plaga tras el segundo día de aplicación.
Gráfico 1: Conteo de larvas de Scaphoideus titanus en viña.
Tratamientos para el control del Scaphiudeus titanus
El ciclo vital del Scaphoideus titanus incluye una sola generación al año y, en él, las larvas pueden nacer entre los meses de abril y mayo, aproximadamente. Así, según la estrategia de Seipasa con Pirecris para el control de este insecto vector de la flavescencia dorada, el primer tratamiento se aplicaría un mes después de la aparición de las primeras larvas, ya que los primeros estadios no tienen capacidad infectiva hasta unas 4 semanas después de haberse visto expuestas al fitoplasma de una planta enferma (ver figura 1).
Figura 1.- Aproximación de los meses del año en que se desarrolla el ciclo vital de S. titanus y momentos recomendados para el tratamiento con Pirecris. Fuente: adaptación a partir de base documental original del INRA.
Posteriormente, es aconsejable realizar un segundo, e incluso un tercer tratamiento, en función de la evolución de la población y de la presencia de ejemplares supervivientes o procedentes de otras parcelas en las que no se hayan aplicado acciones de control.
El segundo de los tratamientos se produciría 15 días después del primero con el objetivo de cubrir todo el período de eclosión, mientras que el tercero se aplicaría un mes después del anterior. Con él actuaríamos contra los insectos en estado adulto.
Monitoreo continuado
Además de la aplicación de tratamientos, conviene destacar el valor de otras medidas preventivas como el monitoreo constante, con la revisión del envés de las hojas de la vid para localizar a los ejemplares en los primeros estadios de su desarrollo. También, el uso de trampas cromotrópicas, que permitirían capturar ejemplares de Scaphoideus titanus en fases más adultas y, por tanto, con toda la capacidad para volar y desplazarse entre una cepa y otra.
Pirecris es una solución ideal para ser incluida en estrategias de gestión integrada de plagas (GIP). Presenta un corto plazo de seguridad y permite controlar infestaciones de plagas en estadios muy próximos a la vendimia sin afectar a la calidad de la uva. Asimismo, Pirecris está certificado para su uso en agricultura ecológica (UNE 315500).