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Drosophila suzukii en berries: estrategias de biocontrol


Drosophila suzukii en berries: estrategias de biocontrol.

Detalle de Drosophila suzukii sobre cubierta vegetal.


Drosophila suzukii o mosca del vinagre de alas manchadas es una plaga con una especial querencia en cultivos como las berries, la cereza o la uva, y con unas características especiales que la hacen difícil de manejar. Su historia la ubica por primera vez en Japón alrededor de los años 30 del siglo pasado (de ahí su nombre inicial), aunque su llegada a Europa se sitúa en la primera década del S.XXI. 

Aunque tiene una buena capacidad de adaptación, Drosophila suzukii prefiere climas suaves y húmedos: se activa con temperaturas a partir de 10ºC y ofrece su mayor actividad entre los 20 y los 25ºC, llegando a detener su actividad cuando se superan los 30ºC. En el caso de los frutos rojos como el arándano o la frambuesa, al tratarse, en la mayoría de ocasiones, de un cultivo bajo plástico y en un entorno específico de temperatura suave y humedad relativa alta, el riesgo de ataque es todavía mayor. 

Si hablamos de la mosca del vinagre de alas manchadas nos encontramos ante un insecto pequeño, de entre 2 y 3,5 mm, de color amarillento o marrón, franjas transversales en el abdomen y unos llamativos ojos rojos. 

Aquello que lo hace realmente peligroso es su tendencia a atacar frutas en su etapa de maduración. A diferencia de otras moscas del vinagre que se alimentan de fruta podrida, previamente dañada, sobremadura o en descomposición, Drosophila suzukii ataca frutos sanos y en perfectas condiciones. Este hecho agrava más los efectos del ataque y hace que la pérdida del valor comercial de la fruta, y en consecuencia las mermas económicas en la cosecha, sean mucho más sensibles.

Mosca de alas manchadas: daños y ciclo de vida

Con la mosca del vinagre de alas manchadas suele ocurrir que las señales físicas del ataque sobre la pulpa no siempre son visibles a simple vista y, en ocasiones, pasan desapercibidas. 

Drosophila suzukii coloca sus huevos en la epidermis de la fruta madura o en proceso de maduración. Si la observamos en detalle seremos capaces de localizar unas minúsculas picaduras a partir de las cuales se desarrollan las larvas, que crecen dentro de la fruta y se alimentan ella, provocando deterioro y merma de su valor comercial. 

Aquí, el elemento realmente peligroso en este caso resulta ser la larva, ya que los orificios sobre los que se sitúa favorecen la aparición de infecciones secundarias provocadas por hongos y enfermedades que contribuyen a incrementar las pérdidas.

Las estrategias de control de Drosophila suzukii recomiendan el uso de alternativas capaces de actuar tanto contra adultos como frente a larvas. En este punto, el bioinsecticida Pirecris de Seipasa aporta un potente efecto de choque para el control de la mosca del vinagre de alas manchadas o D. suzukii. 

El producto, además, acaba de obtener la ampliación de registro a través de nuevos usos autorizados en frutos rojos (fresa, arándano, frambuesa, zarzamora), frutales de hueso y pepita, y caqui, además del amplio espectro de cultivos que ya incluía en su etiqueta anterior.

Biocontrol en Drosophila suzukii

Pirecris es un bioinsecticida desarrollado a partir de activos naturales que proporciona un potente efecto de choque para controlar las poblaciones de insectos de forma rápida y segura. Además de su contundencia, Pirecris no deja residuos en la fruta.

La clave en la acción de Pirecris reside en su exclusiva formulación patentada. Su diseño garantiza el equilibrio de las moléculas PI y PII que componen la sustancia activa y aportan la máxima eficacia insecticida con menor dosis de ingrediente activo. 

Las micromoléculas que integran su formulación condensan y generan una red estable y equilibrada en toda la disolución, y proporcionan una cobertura perfecta sobre la hoja y el insecto. 

Su potente efecto de choque bloquea los canales de sodio y potasio en los insectos, alterando la transmisión del impulso nervioso. Esto provoca hiperactividad y movimientos anormales, eliminando rápidamente las plagas tras su aplicación.

Pirecris: eficacia garantizada

El rendimiento de Pirecris para el control de la mosca del vinagre de alas manchadas en fresa lo observamos en la gráfica 1, que muestra el número total de frutos afectados por esta plaga a lo largo las 3 aplicaciones realizadas en el ensayo de eficacia. Los resultados indican que, después de la tercera aplicación, no hay diferencias significativas entre Pirecris y la referencia química con la que se ha comparado. El bioinsecticida de Seipasa proporciona excelentes resultados para detener el avance de la plaga y reducir su incidencia sobre la fruta.

Gráfico 1: Frutos afectados acumulados (incidencia).

El gráfico 2 pone el foco en el número de larvas de Drosophila suzukii y en el efecto de choque de Pirecris sobre ellas. En este caso, estamos frente a un cultivo de arándano. El producto reduce drásticamente su presencia desde la primera aplicación. Lo hace con unos resultados muy similares a los de la referencia química, respecto a la cual, de nuevo, no se aprecian diferencias significativas. 

Gráfico 2.- Número de larvas de Drosophila suzukii en 50 frutos de muestra por parcela.

Conviene recordar que las larvas que se desarrollan tras la oviposición son el principal agente destructor de la fruta, no solo por su acción sino por la posible entrada de infecciones a partir de los orificios que se generan en la fruta. De ahí la importancia de contar con alternativas que, como Pirecris, actúan sobre huevos y larvas, reduciendo de forma muy significativa el número de nuevas generaciones.

Pirecris también es una alternativa certificada para su uso en agricultura ecológica. Su incorporación permite la rotación de productos y ayuda a evitar la aparición de resistencias.

Las estrategias de biocontrol frente a Drosophila suzukii en berries deben ser combinadas con una serie de labores culturales de monitoreo y vigilancia continuada de las parcelas. Además de la colocación de mallas antiinsectos para generar barreras físicas a la entrada de la plaga, se recomienda una vigilancia intensiva de cualquier material o herramienta que pudiese estar infectada y, especialmente, un manejo sensato de la cosecha.

En este sentido, conviene recolectar los frutos rojos en el momento adecuado y no dejar fruta en la planta tras la recolección, ya que podría convertirse en objetivo de alimento para nuevas unidades de mosca del vinagre de alas manchadas.