El calcio en la nutrición del tomate: cuáles son los tips a tener en cuenta
De todos los elementos que intervienen en la nutrición del tomate, el calcio es aquel que aporta resistencia a los tejidos y mayor consistencia a las paredes del fruto. Nos referimos a un componente esencial para el crecimiento de los órganos y el desarrollo de la planta.
Para la correcta gestión y manejo de este macronutriente, Seipasa ha desarrollado Riguer Flow, una formulación exclusiva que aumenta la división y diferenciación en los tejidos nuevos e interviene para mejorar la plasticidad estructural de paredes y membranas celulares.
Si hablamos del calcio para tomate, debemos identificarlo como un elemento intrínsicamente vinculado a la calidad. El fruto suele perder firmeza durante la maduración, por lo que la presencia del calcio ayuda a reducir la descomposición de las pectinas, es decir las fibras naturales que residen en las paredes celulares de las frutas.
Por tanto, si la presencia del calcio en la nutrición del tomate es la adecuada encontraremos frutos más firmes, más resistentes y con una vida útil más extensa en el lineal del supermercado, algo que también facilita todo lo relacionado con el almacenamiento y transporte de la fruta.
Conviene tener en cuenta que el calcio es un elemento de baja movilidad cuya traslocación es lenta. Es decir, puede que esté el suelo pero que la planta sea incapaz de absorberlo, puede que se encuentre en una forma no asimilable, o bien que exista la presencia de otro mineral que lo secuestre. Por eso, siempre se recomienda partir de un análisis del pH del suelo.
Falta de calcio en tomates
Entre los factores que intensifican la deficiencia de calcio cabría observar, además de esta serie de antagonismos en el suelo, el escaso desarrollo del sistema radicular, la presencia de sequías prolongadas, el erróneo manejo del riego o escenarios de altas temperaturas y elevada transpiración.
La falta de calcio en tomate se manifiesta en la parte inferior del fruto, con síntomas que apuntan a manchas circulares de color oscuro acompañadas de pequeñas depresiones en la piel. Es la enfermedad de la peseta en el tomate (también conocida como necrosis apical, podredumbre o Blossom End Rot, BER).
En otros órganos de la planta se deja ver a través de una ligera curvatura hacia arriba de las hojas, el escaso crecimiento de la planta o el rajado de frutos cuando intervienen, además, otros factores como el estrés hídrico.
Máxima asimilación de nutrientes
Si nos detenemos en cultivos hortícolas, el tomate, pero especialmente el pimiento, son cultivos que reclaman altas cantidades de calcio, sobre todo durante la fase de cuajado y llenado. Por ese motivo, es recomendable incluir el calcio dentro del programa de fertilización y nutrición de nuestro cultivo.
Para este cometido, Seipasa ha desarrollado Riguer Flow, una solución diseñada para mejorar la estructura del suelo, incrementar la asimilación de nutrientes esenciales y aumentar la disponibilidad de calcio asimilable para la planta a través de los tejidos jóvenes y de la fijación de flores y frutos recién cuajados. Con ello reducimos la incidencia ante la posible aparición de deficiencias por falta de calcio como el rajado, cracking o la peseta del tomate, mencionadas anteriormente.
Riguer Flow despliega un modo de acción sinérgico que favorece el desarrollo radicular, reduce bloqueos causados por condiciones extremas y contribuye a la constitución de paredes celulares resistentes y gruesas que protegerán a las células de los diferentes ataques.
Gracias a la formulación flow en forma micronizada, la tecnología BioActive presente en Riguer Flow permite que su disolución sea óptima y que la absorción de nutrientes por parte de la planta sea máxima. Hablamos de una solución que mejora la plasticidad de las membranas celulares y que ayuda a mantener en perfectas condiciones las estructuras vegetales de la planta.
Riguer Flow es una solución eficaz para combatir el estrés hídrico y salino en suelos sensibles. También, está registrado para su uso en agricultura ecológica bajo normativa UNE. Además, está libre de nitratos y cloruros, algo que lo convierte en una solución apta para su aplicación en suelos especialmente castigados por esta problemática, tal como sucede en el entorno de la laguna del Mar Menor, en Murcia.