Más allá de la fertilización postcosecha: cómo asegurar las reservas en cultivos leñosos superintesivos, frutales y uva
La fertilización postcosecha en cultivos superintensivos como olivar, frutal o almendro, así como en uva (uva de mesa y uva de vino), es un proceso necesario una vez finalizada la campaña. Tras la recolección, el árbol ha puesto todos sus recursos nutricionales en generar los frutos y queda exhausto. Conviene tener en cuenta que, en los meses previos, la planta ha atravesado fases de alta demanda energética, especialmente en los momentos de floración, cuajado y desarrollo del fruto.
Una vez finalizada la cosecha, se abre un paréntesis en el que el árbol hace una parada en su actividad y se prepara para la movilización de nutrientes, la brotación de yemas y la generación de hojas que le permitirán iniciar la siguiente campaña. Entre la cosecha y la caída de hojas o parada vegetativa, la planta ya ha debido acumular las reservas para iniciar con fuerza y seguridad el siguiente ciclo. En este punto, Radisei es un bioestimulante radicular con microorganismos de Seipasa que cumple con todos estos requisitos y que, además, cuenta con registro en el Ministerio de Agricultura.
La aplicación de nutrientes postcosecha, aunque determinante, no siempre se tiene en cuenta por parte de los productores. La recolección marca el clímax tras un año de intenso trabajo y, una vez culminada, sobreviene un período de relajación que acompaña la parada vegetativa de los árboles.
Fertilización postcosecha en frutales
Si tomamos el caso concreto de los frutales, la acumulación de reservas se produce entre final del verano y comienzos de la estación otoñal. En este período, el árbol acumula nitrógeno, y otros nutrientes como fósforo o potasio, que servirán de reserva para el siguiente ciclo biológico. Es necesario disponer de los nutrientes en el suelo y asegurar la capacidad de la planta por absorberlos a lo largo de ese período, algo que cumple Radisei en una sola aplicación por fertirrigación.
La fertilización postcosecha en frutales funciona de la misma manera en el caso del viñedo, almendro y el olivar: el árbol almacena nitrógeno en la planta que se trasloca por vía foliar a la parte leñosa como ‘gasolina’ para iniciar la futura brotación, floración y cuajado. Una gran parte de los nutrientes utilizados por el árbol durante su desarrollo provienen de esta etapa previa, por lo que conviene optimizar este proceso al máximo.
Cuando el árbol empiece a brotar, lo hará con las reservas que ya tiene acumuladas. Si no posee suficientes reservas o estas son escasas, el árbol no detendrá su crecimiento, pero destinará su energía principalmente a aquellos procesos esenciales, algo que puede afectar al desarrollo del resto de órganos.
Para la generación y aseguramiento de reservas en postcosecha del viñedo y cultivos superintensivos como olivar, almendro o frutales es recomendable la aplicación de Radisei, que facilita la absorción y rápida puesta a disposición de nutrientes clave. Radisei genera una estructura radicular más amplia y eficiente, con más pelos absorbentes, que quedan preparados para la próxima campaña, lo que garantiza una robusta puesta en marcha del árbol en el siguiente ciclo biológico.
Radisei: desbloqueo de micronutrientes esenciales
Radisei está desarrollado a partir de la cepa exclusiva SEIBS23 de Bacillus subtilis de Seipasa que actúa sobre los procesos biológicos del suelo y sobre el sistema radicular de la planta para desbloquear micro y macronutrientes esenciales y asegurar una producción final de alta calidad.
La acción diferencial de la cepa exclusiva SEIBS23 de Bacillus subtilis permite que Radisei ejerza una elevada actividad metabólica y se asocie perfectamente con las raíces, lo que incrementa la solubilización del potasio y hierro, además de favorecer la fijación del nitrógeno atmosférico. Se trata de elementos que, como hemos visto, juegan un papel muy importante en la generación de reservas postcosecha en la uva, frutales y en cultivos superintensivos como olivar y almendro. Todo ello permite activar el suelo y poner a disposición de la planta nutrientes clave en este proceso de acumulación de reservas.
Radisei es un producto registrado en el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Su uso en postcosecha se recomienda en una sola aplicación de 2,5 a 5 kg/ha, aplicado justo al finalizar la cosecha, cuando la planta tiene hojas activas.