Bioestimulantes: 5 claves para entender los cambios que aporta el nuevo reglamento europeo de fertilizantes
"Los bioestimulantes se definen por lo que hacen, no por lo que son”. La frase, pronunciada por el Dr. Patrick du Jardin, jefe de Biología Vegetal de la Facultad de Ciencias Agronómicas de Gembloux (Universidad de Lieja) y uno de los mayores expertos mundiales en bioestimulación, toma especial relevancia en un momento como el actual, tras la reciente aprobación del nuevo reglamento de europeo de fertilizantes por parte del Parlamento y el Consejo de Europa.
Los bioestimulantes de las plantas son materiales que contienen sustancias y/o microorganismos cuya función, cuando se aplica a las plantas o al suelo, es la de estimular los procesos naturales que mejoren o beneficien la absorción de nutrientes, la eficiencia de los nutrientes, la tolerancia al estrés abiótico y la calidad del cultivo. La definición la aporta EBIC, el Consorcio Europeo de Bioestimulantes y es significativa porque, por primera vez, existe una definición oficial y consensuada acerca de qué es un producto bioestimulante y qué funciones es capaz de aportar a los cultivos. Esta es una de las novedades que presenta el nuevo reglamento de fertilizantes.
Aunque su entrada en vigor no está prevista hasta 2022, su trascendencia invita a analizar los cambios que el nuevo marco regulatorio aportará al sector agrícola.
1.- La necesidad de regular el mercado de los bioestimulantes
Los bioestimulantes se han incluido en el nuevo reglamento europeo de fertilizantes por las similitudes que existen entre estos dos productos frente a otros productos de uso agronómico como, por ejemplo, los fitosanitarios. Aclarado el encaje de los bioestimulantes en la nueva ley, la clave para entender por qué se ha llegado hasta aquí radica en la necesidad de armonizar un marco regulatorio demasiado amplio y difuso.
Conviene recordar que el reglamento europeo 2003/2003 ha convivido hasta la fecha con las legislaciones nacionales de cada uno de los estados miembro. En el caso español, por ejemplo, estos productos han estado regulados por varios reales decretos que se han ido modificando para adaptarse a los nuevos requerimientos y a la evolución del mercado. Así, aunque la normativa española de fertilizantes actual no reconocía el término bioestimulante, su uso sí estaba recogido en uno de los apartados (grupo 4 dedicado a otros abonos y productos especiales).
El caso español se reproduce en el resto de los estados miembro, lo que ha dado lugar a 28 escenarios diferentes, donde la definición de las funciones de los bioestimulantes varía de un país a otro. Al igual que sucede en otros ámbitos de la economía, cumplir con 28 legislaciones distintas en lugar de disponer de un único marco armonizado eleva los costes y multiplica las trabas de las empresas para llegar a nuevos mercados.
2.- Armonización y eliminación de barreras.
La diversidad de legislaciones nacionales que ha existido hasta la fecha ha generado incertidumbre en los fabricantes a la hora de posicionar los bioestimulantes en el mercado a partir de sus funciones, que no quedaban claramente definidas en ninguno de los marcos actuales. Esa falta de claridad también se ha trasladado a los agricultores, que han vivido en un escenario de duda y falta de confianza acerca de qué productos podían ser los más adecuados para sus necesidades.
Cuando entre en vigor, el nuevo reglamento europeo de fertilizantes permitirá que todos los abonos disponibles en el mercado queden bajo el amparo de esta nueva regulación. Una única autorización será válida para todos los países de la Unión Europea, por lo que desaparecerán las barreras generadas por esa disparidad de normativas. Entraremos en lo que podría denominarse un mercado europeo único para los bioestimulantes.
3.- Transparencia, calidad y seguridad
El reglamento europeo de fertilizantes establece un procedimiento nuevo para la autorización de los bioestimulantes en agricultura. Estos deberán someterse a un proceso de evaluación de la conformidad por parte de entidades acreditadas por cada estado miembro. Esta evaluación de la conformidad garantizará que los bioestimulantes con marca CE que se ponen en el mercado cumplen con todos los requisitos, lo que aportará tranquilidad y seguridad al agricultor.
El nuevo reglamento europeo de fertilizantes también incluye normas más estrictas en cuanto al etiquetado de los productos bioestimulantes. Los fabricantes solo podrán declarar aquellos beneficios del producto que hayan sido científicamente probados. Es decir, solo podrán mencionarse en las etiquetas beneficios relativos a la mejora de la eficiencia de uso de nutrientes, mejora de la tolerancia al estrés abiótico, mejora de rasgos de calidad del cultivo o la mejora en la disponibilidad de nutrientes confinados en el suelo, rizosfera o filosfera.
En la práctica, estos nuevos requisitos aportarán mayor transparencia y confianza a la hora de definir cuáles son los límites de la eficacia de los bioestimulantes.
4.- La innovación en el nuevo reglamento europeo de fertilizantes
Aunque el nuevo reglamento nace con vocación de estimular la innovación dentro del sector, el texto que se ha consensuado presenta una serie de limitaciones. La más destacada apunta al funcionamiento a partir de las llamadas listas positivas de materiales permitidos. Por ejemplo, en el grupo de los ‘Bioestimulantes de las plantas’, el reglamento se publica con una lista positiva de solo 4 microorganismos aceptados. Es decir, solo 4 géneros de microorganismos (aquellos con un uso histórico ampliamente difundido) quedarían regulados, lo que dejaría fuera a los productos más novedosos que los fabricantes no podrían poner en el mercado.
Cerrar estas listas limita la capacidad de innovación de las empresas y hace todavía más evidente esa máxima que apunta que la I+D+i va mucho más rápida que la legislación y que, cuando ambas líneas no confluyen, se termina por generar un problema que acaba pagando la sociedad.
Esta limitación es especialmente grave en el caso de los bioestimulantes desarrollados a partir de microorganismos, ya que el desarrollo y la innovación en biotecnología está experimentado un crecimiento muy destacado.
5.- Un escenario de incertidumbre
La publicación del nuevo reglamento de fertilizantes en el DOUE (Diario Oficial de la Unión Europea) está prevista para el próximo mes de julio, aunque su entrada en vigor no se hará efectiva hasta 3 años después de su publicación. No obstante, existe una creciente incertidumbre acerca de lo que puede suceder hasta ese momento.
Las normas y guías técnicas necesarias para poder cumplir los requisitos estipulados en el reglamento están todavía en vías de desarrollo, por lo que los fabricantes desconocen el esfuerzo que deberán realizar y los recursos que será necesario destinar para adaptarse al nuevo escenario.
De lo que nadie duda es del potencial de los bioestimulantes en la industria agrícola, con un valor de mercado de más 2.000 millones de dólares en 2017 y una tasa de crecimiento anual del 10% para los próximos años, según datos de Agribusiness Intelligence Europa, con el 40% del mercado, es la región que experimentará la mayor tasa de crecimiento.
¿Cuál es tu opinión acerca del nuevo reglamento europeo de fertilizantes? ¿Cómo crees que afectará al desarrollo de la industria en los próximos años?