Oídio en rosas: prevención y control de la enfermedad

La rosa es una de las flores más bellas que podemos cultivar pero, a la vez, también es una diana muy apetecible para los patógenos. El oídio en rosas es una de las enfermedades más comunes y dañinas en este cultivo. Prevenirlo y, sobre todo, controlarlo es esencial porque el oídio del rosal merma la capacidad fotosintética de la planta y, en consecuencia, afecta gravemente a su rendimiento y actividad vital.

Lo más importante cuando hablamos de esta enfermedad es, en primer lugar, aprender a identificar las condiciones favorables para su desarrollo. El oídio en rosas se desarrolla en ambientes cálidos, secos, de alta humedad y, generalmente, mal ventilados. La primavera y el otoño son estaciones especialmente sensibles, ya que abundan los días calurosos, con elevada humedad ambiental, y las noches frescas. 

También hay que llevar cuidado con aquellos rosales ubicados en zonas umbrías, ya que es ahí donde el hongo tiene capacidad de instalarse con más facilidad.

Los síntomas del oídio en rosales (también conocido como cenicilla, blanquilla o polvo blanco) son bastante sencillos de reconocer. La infección empieza con unas manchas de color blanquecino o grisáceo en hojas y tallos jóvenes que, posteriormente, se extienden al resto de órganos de la planta. Las hojas se enrollan y, en los casos más severos, la infección puede dificultar el desarrollo normal de la planta y generar pérdidas económicas cuantiosas

Tal como señalábamos en la introducción, el oídio crece en las hojas de la planta, por lo que impide realizar la fotosíntesis y afecta gravemente a su rendimiento. Si no se controla la enfermedad a tiempo, los daños pueden ser cuantiosos en términos de producción de cosecha, ya que las esporas se dispersan fácilmente gracias a la acción del viento y alcanzan a un elevado número de plantas.

Cómo eliminar el oídio del rosal: estrategias de biocontrol

Si la infección aparece se recomienda actuar inmediatamente con tratamientos correctores. Seipasa recomienda la aplicación de Seican, un producto de biocontrol desarrollado a partir de aldehído cinámico y una formulación exclusiva que proporciona un rápido y potente efecto de choque para contener el avance del oídio en rosales. 

Seican despliega una acción curativa y erradicante que inhibe el crecimiento fúngico, evita la penetración y colonización de micelios y esporas, y permite controlar al hongo desde la misma etapa de la invasión. 

El gráfico 1 muestra la evolución de la severidad de la enfermedad y corresponde a un ensayo de eficacia de Seican desarrollado en Ecuador para evaluar la eficacia del producto en el control de oído en rosal. Tal como reflejan los resultados, el tratamiento con Seican revela un descenso en la severidad del ataque. Al incrementar las aplicaciones se evidencia un control absoluto de la enfermedad. 

En este caso, se ha usado una escala del % de severidad que va del 1 al 6 y que se relaciona directamente con el % de infección del área de la hoja: el grado 1 indica la ausencia de infección mientas que el grado 6 indica que el área infectada es superior al 50%. 

Gráfico 1.- Porcentaje de severidad promedio. Control de oídio en el cultivo de rosa. 

Mejora los resultados de la referencia química

El gráfico 2, en este caso a partir de un ensayo de eficacia desarrollado en Colombia, mide la evolución de la incidencia de la enfermedad. Las conclusiones revelan la capacidad de Seican para reducir la incidencia a la mitad a partir de la primera aplicación. Seican también supera el rendimiento y la eficacia del programa convencional, en el que se han incluido dos referencias de control químico empleadas habitualmente por agricultores dentro de la rotación para el control de oídio en rosa.  

Gráfico 2.- Evolución de la incidencia de la enfermedad. Control de oídio en el cultivo de rosa.

Seican proporciona una gran fiabilidad y flexibilidad a los productores gracias a su nulo período de carencia: no deja residuos en la cosecha y se puede aplicar inmediatamente antes de la recolección, sin necesidad de esperar horas o días a que el producto se degrade. Además, no genera ninguna clase de fitotoxicidad.

Oídio en rosa. Antes y después de la aplicación de Seican.

Además del control biológico, la lucha contra el oídio en rosa recomienda la aplicación de una serie de prácticas o medidas que pueden llegar a tener una incidencia muy elevada en el resultado final. Para generar corrientes de ventilación natural entre los rosales es importante no plantarlos demasiado juntos y asegurar que cuentan con suficiente espacio entre ellos. Hay que evitar, en la medida de lo posible, el riego por aspersión, asegurar un mínimo de horas de sol al día y generar un suelo lo más rico posible en materia orgánica.