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Poda del rosal: tratamientos para obtener una cicatrización y brotación efectivas


Poda del rosal: tratamientos de cicatrización y brotación

Detalle de rosal tras la poda. Brotación de nuevos hijos.


La poda del rosal es un proceso tan minucioso como decisivo para el futuro de la planta. Convine elegir el momento adecuado y acertar en cada uno de los cortes que se aplican, ya que de ello depende la calidad de la floración, tanto en número como en tamaño, vigor y vitalidad.

En la poda de la rosa la primera decisión clave es el cuándo. Aunque todo depende del clima y de la variedad, hay una poda muy importante que suele realizarse hacia finales del invierno, justo cuando el período de temperaturas más bajas ha pasado y el riesgo de heladas, con la consiguiente penetración de hongos y enfermedades, es menor. 

La poda de invierno prepara el rosal para la floración: se suprime la madera muerta y se genera el espacio necesario para que las ramas crezcan sanas. Es decir, la poda de invierno del rosal sirve para programar el desarrollo de los nuevos brotes y tallos y, especialmente, para cumplir con las previsiones comerciales de los mercados de exportación en períodos clave como el de San Valentín.

En el caso de Colombia, el segundo exportador de flores del mundo, el país vende más de 700 millones de tallos al exterior con motivo de esta festividad, según datos de Asocolflores, la Asociación Colombiana de Exportadores de Flores. Casi el 80% va con destino a Estados Unidos. 

La magnitud de esta cifra de negocio ayuda a entender todavía mejor la trascendencia del proceso de la poda de la rosa con el objetivo de generar tallos de óptima calidad, que sean inducidos a flor y que no sean ciegos vegetativos.

Además de la importancia de la poda, ya sea la de invierno o la de final del verano (en caso de realizarse), en el manejo del rosal es fundamental tener en cuenta los procesos que se desencadenan en la planta después de los cortes. 

Los rosales responden a la poda generando nuevos brotes en un movimiento que altera la distribución energética de la planta. En otras palabras, el vegetal necesita reasignar recursos para generar las nuevas brotaciones y el crecimiento de los nuevos tejidos en un proceso que requiere un esfuerzo energético extraordinario.

Bryosei: cicatrización y brotación efectivas

En este punto, Seipasa recomienda la aplicación del Bryosei, un bioestimulante que actúa cicatrizando las heridas de los tejidos dañados tras la poda de los rosales e impulsando la brotación y el desarrollo vegetativo.

Bryosei aporta una alta penetración y contribuye a que la savia fluya más rápido dentro de los haces vasculares, consiguiendo un desarrollo vegetativo más equilibrado entre la parte aérea y la radicular. El resultado se aprecia en una brotación mucho más efectiva, con tallos de mayor calidad y, por tanto, mucho más aptos para su exportación.

Los gráficos 1 y 2 muestran el comportamiento de la longitud y diámetro de las yemas por tratamiento. Corresponden a el ensayo de eficacia llevado a cabo en Colombia sobre rosas de la variedad Deep purple y en los que se ha comparado el tratamiento exclusivo de Bryosei (solo Bryosei) con su aplicación incluida en la rotación finca (Bryosei + rotación finca) y un testigo finca (testigo), después de realizar 7 aplicaciones. 

Las conclusiones arrojan una diferencia significativa en la longitud y diámetro de la yema en las parcelas tratadas con Bryosei vs testigo. Asimismo, se evidencia un efecto potenciado con el uso en sinergia del producto con la rotación de la finca, generando un efecto positivo sobre la brotación y la calidad del cultivo.

Grafica 1.  Comportamiento promedio de longitud de las yemas de hijo de basal por tratamiento
Grafica 2.  Comportamiento promedio de diámetro de las yemas de hijo de basal por tratamiento.

Otra de las grandes ventajas de Bryosei tras las operaciones de poda del rosal es la capacidad del producto para activar el sistema defensivo natural de la planta e impedir la entrada en hongos y enfermedades por las heridas y cortes que quedan expuestos tras los cortes.

En resumen, el rosal es una planta rústica que no necesita excesivos cuidados para mantenerse en condiciones óptimas. A pesar de ello, debemos prestar mucha atención a la poda para que la floración se produzca de forma adecuada. Asimismo, es necesario vigilar el estado de la planta y aplicar los tratamientos adecuados para garantizar la sanidad y la fortaleza del rosal para afrontar los procesos clave en su desarrollo.