El banano es una de las frutas tropicales más consumidas del planeta. Casi 3 de cada 4 bananas que se exportan en el mundo procede de América Latina, una región que no ha hecho más que reforzar su peso en este cultivo estratégico para su economía. En el ranking de grandes exportadores figuran Ecuador, Filipinas, Guatemala o Costa Rica, pero en ese top 10 también se ha colado México a lo largo de las últimas campañas.
El país azteca produjo en 2022 más de 2,5 millones de toneladas de banano, de las cuales casi un tercio salió con destino a los mercados internacionales. La relevancia que poco a poco ha ido adquiriendo este país es una de las razones que explican que la ciudad de Mérida, en México, haya acogido la edición 2024 de Acorbat, la reunión científica y técnica más importante dedicada al cultivo de banano a nivel internacional.
Según los organizadores, el evento ha reunido a más de 1.500 personas por día, a lo largo de sus 3 jornadas, a las que se han sumado más de 60 expositores. Entre ellos ha estado Seipasa, que ha participado en Acorbat con el objetivo de aportar su conocimiento en el manejo del banano desde la perspectiva de la bioestimulación y, especialmente, el biocontrol con la presentación de su nuevo portafolio de soluciones biofungicidas.
Carlos Castro, director comercial de Seipasa en México, explica el enorme interés que han encontrado entre los productores para disponer de nuevas soluciones que les ayuden a reforzar el valor de sus cosechas para acceder a los mercados de destino más exigentes a nivel internacional.
Termómetro de la industria bananera
“Acorbat es el gran termómetro para la industria bananera en toda LATAM y América Central. El segmento agroexportador nos ha trasladado la necesidad de contar con alternativas capaces de aportar valor comercial a la fruta y eficacia en el control de enfermedades. La tendencia camina hacia el residuo cero, ya que las grandes cadenas de distribución son cada vez más exigentes en cuanto a los LMRs (límite máximo de residuos), llegando incluso a rebajar los parámetros que marca la UE en Europa”, asegura Carlos Castro.
En este contexto, Seipasa ha aprovechado el escaparate de Acorbat para presentar los biofungicidas Fungisei y Seican, dos nuevas soluciones con registro fitosanitario para el control de enfermedades en banano.
Biofungicidas para banano
Fungisei es un biofungicida de amplio espectro, desarrollado a partir de una cepa de Bacillus subtilis de alta eficacia y pureza, que actúa desde los primeros estados de la enfermedad. La acción de Fungisei evita el crecimiento de los patógenos y actúa rompiendo la membrana celular de los hongos, además de promover mecanismos de inducción de resistencia sistémica (ISR) de la planta. Fungisei no tiene período de carencia.
Seican, por su parte, es un fungicida y acaricida biológico desarrollado a partir de una formulación altamente tecnificada y de origen natural. Proporciona una rápida acción curativa y erradicante para el control de distintos patógenos. Su formulación aporta precisión, fiabilidad y flexibilidad de uso, ya que puede aplicarse el día antes de la recolección sin dejar residuos químicos en la cosecha. Además, Seican es una herramienta óptima para el manejo de resistencias.
Seican representa, además, el registro fitosanitario más reciente de Seipasa en su catálogo de soluciones de bioprotección para banano.
Alternativa al mancozeb
El producto se ha posicionado como una alternativa real frente al mancozeb, uno de los fungicidas más utilizados para el control de sigatoka negra en las regiones productoras de Sudamérica y América Central que, no obstante, ha dejado de estar autorizada en el marco de la Unión Europea por la presencia de residuos en la cosecha y por los riesgos que entraña para la salud humana y medioambiental.
Carlos López, director técnico de Seipasa en México y LATAM, explica que Seican permite mantener el mismo nivel de eficacia que el mancozeb pero, además, lo hace dentro del marco de los cumplimientos regulatorios que en la actualidad ya han impuesto restricciones sobre su uso.
“El mancozeb es un fungicida que va a entrar en restricción, y terminará en desuso como ya lo han hecho otros agroquímicos de síntesis, principalmente insecticidas como parte de este balance. Frente a él, Seican es una alternativa segura y confiable, que nos va a permitir el acceso a los mercados de consumo más exigentes gracias a que el producto posee todas las certificaciones y regulaciones que avalan su uso”, subraya Carlos López.
Otra de las claves de Seican es que su ingrediente activo forma parte del grupo BM 03 del FRAC (Fungicide Resistance Action Committee), el organismo internacional que clasifica y emite guías de uso sobre los fungicidas a partir de su comportamiento frente a resistencias.
Evitar la aparición de resistencias
Para Miguel Lozano, delegado comercial de Seipasa en Ecuador y Colombia, la inclusión de Seican en este grupo avalado por el FRAC certifica la capacidad del producto para evitar la aparición de resistencias: “Los técnicos de cultivos ornamentales y banano, y en especial los que manejan sigatoka negra, realizan sus rotaciones con los grupos del FRAC. Para Seipasa es muy importante contar con el aval de este comité internacional que acredita a Seican como una nueva herramienta eficaz y solvente en las estrategias de rotación”, ha asegurado Lozano.
La FAO, Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, estima que en el año 2030 la producción de bananos en América Latina y el Caribe alcanzará los 36 millones de toneladas, siendo la Unión Europea, Estados Unidos o China los principales mercados importadores. La creciente importancia estratégica del cultivo en los países productores, unida a la estricta regulación que imponen los mercados de destino en cuanto a la calidad de la fruta y los LMRs establecidos, confirman la necesidad de disponer de nuevas herramientas de biocontrol que proporcionen eficacia, seguridad, valor comercial para la fruta y producciones libres de residuos químicos.