Seipasa, empresa española especializada en el desarrollo y formulación de productos bioinsecticidas, biofungicidas y bioestimulantes para agricultura, ya consume el 100% de su electricidad procedente de fuentes de energía renovable.
La compañía ha contratado el 100% de la energía eléctrica que consume en sus oficinas centrales y planta de producción en l’Alcúdia, Valencia, de fuentes renovables. La directora de calidad y medio ambiente de Seipasa, Puig Mora, ha asegurado que esta iniciativa representa un paso más en el compromiso de Seipasa con la sostenibilidad y el medio ambiente.
“Seipasa es una empresa sostenible por fuera pero también lo es por dentro, en cada uno de los procesos que lleva a cabo. Este es un pequeño gesto desde nuestra posición en el mercado que, replicado a una escala global, tiene un impacto enorme a la hora de mitigar el impacto negativo del cambio climático y la degradación medioambiental”, ha asegurado Mora.
La directora de calidad y medio ambiente de la compañía ha afirmado que el proyecto está alineado con el objetivo fijado por la Unión Europea para 2030, que apunta a la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero en al menos un 40% con respecto a 1990.
“Cada vez estamos más cerca de un punto de no retorno respecto al cambio climático. Debemos apostar por acciones que estén a nuestro alcance para reducir las emisiones contaminantes y de gases efecto invernadero. Una forma de conseguirlo es consumir electricidad generada a partir de fuentes de energías renovables y así lo hemos puesto en marcha”, ha destacado Mora.
Autoabastecimiento con energía solar
Seipasa también ha anunciado la próxima instalación de placas solares en su planta de producción. Para su directora de calidad y medio ambiente, este proyecto permitirá a la compañía “avanzar hacia el objetivo del autoabastecimiento energético a partir de la generación de electricidad 100% verde”.
Puig Mora ha añadido que, cada año, la compañía trabaja con una serie de objetivos medioambientales enfocados a la optimización del uso de los recursos naturales, así como a la reducción de los residuos derivados del proceso productivo.
Este modelo de sistema de gestión medioambiental, que se audita anualmente, ha llevado a la compañía a disponer del Reglamento europeo EMAS, que representa el máximo reconocimiento europeo medioambiental como garantía de sostenibilidad en cada una de las fases del proceso de producción.