En la agricultura, fiel reflejo de la vida misma, los aliados o compañeros de viaje que te vas encontrando por el camino importan casi tanto como el resultado final. Los ciclos de cultivo son continuados, algunos de ellos largos, y la planta necesita una simbiosis perfecta con todos los elementos de su entorno (suelo, agua, nutrientes…) para dar lo mejor de sí misma y concluir en cosechas abundantes y de la máxima calidad.
La metáfora es más que pertinente en el caso de Seipasa. La compañía española, que acaba de celebrar su 25 aniversario, mira al mercado mexicano con una ternura y un cariño especiales, ya que fue aquí donde estableció su primer mercado exterior, la primera exportación y la primera delegación internacional.
El camino recorrido, y los resultados obtenidos desde el año 2009, fecha de la implantación en México, no se entienden sin esos aliados y compañeros de viaje que se han ido incorporando a la locomotora de la Tecnología Natural a lo largo de todos estos años. La efeméride de los 25 años, con la trascendencia que ello implica, aviva todavía más el deseo de recordar cómo hemos llegado hasta aquí.
Parte de ese recorrido se entiende en el momento en el que Natural Grow y Felipe Alberto Gaxiola se cruzan en el camino de Seipasa. Enrique Trelles, desarrollador comercial de Seipasa en México, recuerda que fue Natural Grow quien abrazó el modelo de Seipasa porque “tenían un problema y una necesidad real de controlar un problema de nematodos en su agrícola”. A partir de ese momento, las dos compañías comenzaron a trabajar de la mano con Seinema, la primera de las referencias que han marcado la alianza entre las dos empresas. Seipasa y Natural Grow, como socio clave en la distribución de productos en México, establecieron una estrategia de manejo para llevar a cabo las aplicaciones, monitoreos, toma de muestras y análisis posteriores hasta dar con un resultado.
“Cuando Felipe vio los resultados no lo podía creer. En ese momento era muy común que utilizáramos Oxamil a diestro y siniestro para el control de nemátodos y él no podía creer cómo un producto orgánico, una molécula botánica, pudiera tener ese efecto al lado del químico que habíamos utilizado toda la vida”, asegura Enrique Trelles.
A Seinema le han seguido Pirecris, Superbrotal, Seipa System, Cinnerate, Fungisei y una larga lista de soluciones registradas, certificadas en OMRI y desarrolladas a partir del modelo de Tecnología Natural de Seipasa para la producción de frutas y hortalizas saludables y libres de residuos químicos.
Los inicios de Seipasa en México no fueron sencillos, sobre todo por la reticencia de la distribución y los productores a confiar en las soluciones naturales de origen verde cuando toda la industria agrícola del país seguía con un marcado uso de químicos de síntesis en los tratamientos. Tan importante fue cruzarse en el camino con Natural Grow como las alianzas estratégicas que se han ido tejiendo después. Por eso arrancábamos este artículo diciendo aquello de que en la vida importan tanto los compañeros de viaje que te cruzas en el camino como el resultado final que obtienes.
Hortalizas de alto valor añadido
Uno de esos compañeros de viaje ha sido Viva Orgánica, uno de los principales productores de hortalizas orgánicas con una potente implantación en Sinaloa, Baja California Norte y Nayarit. “Con Viva Orgánica hemos encontrado un partner con el que compartimos la visión de lo que la Tecnología Natural debe aportar y aporta a la agricultura, es decir una apuesta constante por la innovación y la excelencia en la producción de hortalizas de alto valor añadido para su distribución y consumo en los mercados más exigentes”, señala Carlos Castro, director comercial de Seipasa-México.
La tecnología es, por tanto, en el hilo que ha enhebrado la relación entre las dos empresas a lo largo de los años. “Que un tomate, una calabaza o un pimiento tengan un sabor genuino y original no es casualidad ni tampoco está al alcance de todos. Detrás de ellos existe todo un andamiaje tecnológico que va desde las estrategias y tratamientos que se aplican hasta los cuidados a los que se somete al fruto durante el cultivo, recolección y postcosecha. La tecnología, cuando dispones de ella y la has implementado en tu ADN, es la que permite hacer que todo este proceso sea sostenible y que esté en equilibrio con el entorno que la rodea. En esa combinación entre alta tecnología, sostenibilidad y excelencia en la producción de hortalizas orgánicas es donde se fomenta la relación y el trabajo que desarrollamos con Viva Orgánica a través de nuestro distribuidor Natural Grow”, apunta Carlos Castro.
Viva Orgánica es, además, uno de los principales exportadores de hortalizas orgánicas que salen desde México. La compañía trabaja con el objetivo de trasladar a cada vez más mercados toda esa excelencia en la producción y sabor genuino de las hortalizas. “El reto es muy significativo porque se trata de promover una alimentación saludable a partir de la producción de frutas y hortalizas de alto valor añadido y libres de residuos químicos, y de llevarla a más territorios. Nos atrae el desafío, que forma parte de nuestro modelo de Tecnología Natural, y trabajamos para conseguirlo y acercarnos a él”, resume el director comercial de Seipasa México.