2014 pasó a la historia por muchas cosas: fue el año en que Estados Unidos moderó el bloqueo a Cuba y reanudó las relaciones internacionales después de más de medio siglo. Ese año, en Moscú se firmó la anexión de la península de Crimea a Rusia tras la celebración de un referéndum, y el Real Madrid ganó su décima Copa de Europa en Lisboa. Pero 2014 también será recordado por ser el año en que se inició una de las relaciones más fructíferas para el desarrollo de la agricultura en México.
Ese año, Seipasa y Natural Grow firmaron una alianza y comenzaron a caminar juntos. Como sucede en muchas ocasiones, los inicios fueron una mezcla entre la casualidad y la necesidad. “Conocía a Felipe desde hace muchos años y, casualmente, un día me vio pasando cerca de su agrícola y me interpeló. Me dijo que tenía una serie de problemas en su explotación y me preguntó qué podíamos ofrecerle dentro de nuestro catálogo”, explica Enrique Trelles, desarrollador comercial de Seipasa en México y la persona que puso la primera piedra del proyecto en el país azteca. Felipe es Felipe Alberto Gaxiola, director general de Natural Grow.
De aquella primera conversación salió el compromiso de poner en marcha un ensayo técnico para comprobar la eficacia de los productos de Seipasa. Lo que vino después no es más que el comienzo de una bonita historia. “Cuando Felipe vio los resultados no lo podía creer. En ese momento era muy común que utilizáramos Oxamil a diestro y siniestro para el control de nemátodos y él no podía creer cómo un producto orgánico, una molécula botánica, podía tener ese efecto al lado del químico que habíamos utilizado toda la vida”, asegura Enrique Trelles.
Agricultura de alto valor añadido
Seinema fue el primer punto de unión entre las dos marcas que, desde entonces, han seguido una evolución paralela y un rápido crecimiento. “Empezamos rentando una oficina de poco más de 30 m2 en Las Quintas y una pequeña bodega de 10x25 en la carretera de La Costerita. Éramos apenas 9 empleados, pero desde el principio tuvimos claro que queríamos transformar la agricultura a través de soluciones de alto valor tecnológico. Queríamos enfocar nuestro modelo a aquellos productores que buscan una cosecha de la máxima calidad, libre de residuos químicos y dispuestos a subir uno o dos escalones en el nivel de la oferta que ofrecen al mercado. Aquí fue donde encontramos al mejor aliado con el que podíamos haber iniciado este camino: Seipasa”, relata Felipe Alberto Gaxiola.
Después de Seinema, el catálogo creció con Pirecris, con el que, además, Seipasa obtuvo el registro fitosanitario Cofepris en 2014, el primero de la compañía en el mercado mexicano, y Seipa System. De forma paralela, Natural Grow inició su proceso de expansión. A Culiacán, en Sinaloa le siguieron las aperturas en los estados de Jalisco, Baja California y Sonora (Hermosillo) en apenas tres años, y las frutillas, el aguacate y la uva de mesa se sumaron a los hortícolas como cultivos más representativos.
Obviamente, los inicios no fueron sencillos, sobre todo en un mercado acostumbrado a trabajar con productos de síntesis química y con muchas reticencias a la hora de confiar en soluciones naturales de origen botánico o microbiológico.
“Cuando empezamos a trabajar con las agrícolas todas nos trataban de locos. Nos decían que cómo era posible que pudiésemos proponer un programa para manejo de control o bioestimulación con productos de origen verde, cuando en México y LATAM seguían con un marcado uso de químicos sintéticos. Todo el mundo nos cerraba las puertas y, las personas que se animaban a testarnos, siempre era en una comparativa contra los químicos sintéticos”, recuerda Enrique Trelles.
Nuevas demandas del mercado
El endurecimiento del marco regulatorio internacional, la rigidez de las grandes cadenas de supermercados en cuanto a los LMRs (límite máximo de residuos de plaguicidas en alimentos) y, sobre todo, la mayor concienciación de los consumidores hacia una alimentación más saludable y libre de residuos químicos son parte de las razones que explican la orientación de los mercados hacia la sostenibilidad y el crecimiento orgánico en la producción de frutas y hortalizas.
“La tendencia es muy potente ahora, pero nosotros llevamos años de ventaja sobre el resto porque apostamos por este tipo de agricultura desde el principio y porque no hemos tenido que cambiar nada: estaba en nuestro ADN, afirma el director general de Natural Grow.
A partir de ese momento, el catálogo de productos de Seipasa no ha dejado de crecer con referencias de bioprotección como Cinnerate o Fungisei, con registro Cofepris y certificadas en OMRI, y otras en el segmento de bioestimulantes como Kynetic4 y Superbrotal.
Natural Grow tampoco ha dejado de expandirse con nuevas aperturas de centros de distribución en Michoacán, Baja California Sur, Bajío, Sonora (Obregón), y así hasta llegar a la inauguración de las nuevas oficinas y bodega central en Culiacán en octubre de 2020. Esta nueva instalación representa un punto de inflexión que confirma la solidez y la dimensión adquirida por Natural Grow en las regiones del noroeste del país en su propuesta de llegar a los agricultores con nuevas alternativas para la producción de frutas y hortalizas de alto valor añadido.
Futuro verde
Repasando esta trayectoria de una década juntos, la pregunta sería: ¿Y ahora qué? En este caso, la mirada al pasado es directamente proporcional al impulso para liderar el futuro más inmediato. “México tiene un potencial inmenso del cual, hasta el momento, solo hemos tocado una pequeña fracción. Vamos a seguir creciendo. Crecer no es una opción sino nuestro sentido natural”, afirma Enrique Trelles, que subraya los nuevos desarrollos de producto y registros fitosanitarios en los que trabaja la compañía para ampliar su catálogo de productos en México.
Natural Grow, por su parte, planea reforzar todavía más su presencia en Sinaloa con nuevas aperturas en El Rosario y Los Mochis, en las zonas sur y norte del estado, respectivamente.