El calcio en los cultivos: por qué es importante una correcta asimilación
El calcio en los cultivos desempeña un papel fundamental en su desarrollo. Su presencia garantiza frutos más firmes. El calcio agrícola es necesario en el fortalecimiento estructural de las paredes y en la elasticidad del tejido vegetal. Es fundamental para tener plantas resistentes y sanas.
El déficit de calcio en los cultivos afecta a la calidad del fruto y a su rendimiento, por lo que una incorrecta asimilación puede provocar mermas en el valor de la producción en el mercado. Afortunadamente, existen tratamientos para mejorar la asimilación del calcio en los cultivos. Su aplicación se hace especialmente necesaria ante factores climatológicos como los que pueden acontecer al inicio de la primavera, cuando la amplitud térmica entre el día y la noche puede someter a las plantas a situaciones de estrés.
El calcio en los cultivos se transporta en el interior por vía xilema, pero el calcio es un elemento con poca movilidad dentro de la planta. La traslocación presenta dificultades, ya que solo un pequeño porcentaje es traslocado a los frutos desde las hojas adyacentes.
Existen multitud de factores climatológicos que condicionan la asimilación de calcio en los cultivos. Las altas temperaturas durante días soleados, los vientos húmedos y secos, además de la baja humedad relativa, se convierten en factores que potencian niveles altos de transpiración. Cuando esta corriente transpiratoria es demasiado elevada hacia los órganos foliares, el aporte del calcio hacia el fruto se restringe. Es decir, el calcio llega con mayor dificultad a aquellos órganos con baja tasa de transpiración.
Tal como vimos en una entrada anterior, la deficiencia de calcio en los cultivos se observa en alteraciones como la pudrición apical (BER - blossom end rot) en tomate y pimiento. En fresa o lechuga, los síntomas se perciben en los extremos de las hojas en expansión (tip burn).
Garantizar el aporte de calcio en los cultivos
La evaluación del estado del calcio en los cultivos es un buen indicador en el diagnóstico de trastornos como el BER (la conocida ‘peseta’ en tomate). Para la prevención de este tipo de carencias, Seipasa ha desarrollado la línea Calcisei. Sus productos, formulados a base de calcio, representan un pilar para el desarrollo del cultivo. Además de contribuir a la prevención de carencias como el mencionado BER, tip burn, bitter pit o rajado de frutos en tomate y manzano, la línea Calcisei está preparada el fortalecimiento estructural de las paredes y membranas celulares, además de la gestión de suelos con alto contenido en sales.
Dentro de esta línea, Calimax es un tratamiento indicado para prevenir las carencias del calcio en los cultivos y combatir fisiopatías. Calimax mejora la estructura del suelo, favorece el óptimo desarrollo radicular y regula los desequilibrios por falta de calcio.
La solución Guadal Ca está preparada para evitar la descomposición interna y el rajado en frutales, así como para combatir la pudrición apical o tip burn en hortícolas. La carencia de calcio acostumbra a concentrarse en las hojas jóvenes y los frutos, ya que estos son los órganos con mayores dificultades de transpiración. Guadal Ca está especialmente recomendado para aplicaciones foliares en la segunda mitad del ciclo del cultivo dada la rápida absorción y total seguridad.
Además del aporte de calcio, el contenido en materia orgánica de los productos de la línea Calcisei aporta beneficios significativos al cultivo que se observan, especialmente, en la calidad de la post-cosecha.
Correctores de suelos
Los agricultores conocen de la importancia de contar con calcio en la solución del suelo. Se puede observar carencia de calcio en las plantas en el caso de suelos donde se haya producido un exceso de abono nitrogenado, en sustratos con pH alcalino, con episodios de estrés hídricos o con exceso de sales, entre otros factores. Dentro de la línea Calcisei de Seipasa, Miñosal es un corrector de suelos salinos y salino-sódicos. Puede emplearse tanto en terrenos que presentan problemas de salinidad como en zonas en las que calidad el agua de riego lo haga necesario.